27 de abril de 2007

Borrachos Sin Fronteras

Bueno, El Penultimo día de ClaSeS para el 4º Medio 2007 del colegio TereSiano Enrique de OSSó... Recuerdo que era MiercoleS cuando la BSF Se reunio en la caSa de uno de SuS integranteS, perteneciente a la SuBdivicion de loS VPM, algo aSí como el "equipo B" de la Seleccion. Me reFiero al Faca, JugamoS a loS Barmen haSta que deSpuntó el Sol... Y con nueStra mejor cara poSiBle emprendimoS el viaje de regreSo Para SacarnoS eSta Foto en el Porton.

En una linea...
En la Foto, de izquierda a derecha:
·PaBlo "Skeeter" Diaz: Xicano MiSantropo dado a laS Magic y el autiSmo, MiemBro VPM.
·Felipe "Perra" Perez: MacaBeo Mayor, Salta MeSaS de Ping Pong a PieS JuntoS, No Toma.
·FaBián "Vodkaman" Vega: Negro alto y griton BaStante Ñoño, Pirata "Piojo de Fierro".
·PaBlo "Fongork" Venegas: Actor DeSquizoide, OBeja Negra, VPM, Pirata Cerdiano.
·Pat0 "PiSCo" UriBe: GuitarriSta demoniaco BlaSFemo From Hell, Metalero Since He WaS Born.
·Javier "Guagua" San Martin: Bulladicto a máS no poder. ESa noche murió en la eScalera.
·FranciSco "Pelao" Calvo: El MáS Carnal, El Jedi de la noche. El máS "DEIGOR!"

Y aBajo:
·MatiaS "El Capi" SieBert: Capitan de BaSket, Padawan del MacaBeo Mayor, Peligro al volante.

No EStan En La Foto:
·RoBerto "Nariz" Cardoza: Rapero por dentro, kudai por Fuera, Nunca Sale Sin Su amigo.
·CriStian "Pepa" Cruz: AlBo till death, Chorrea eStilo con Su Flow. "PerFil ISlamico"
·Aldo "Ronaldo" Canepa: ProBlema mental, Pirata "Piojodepapel", Ron CuBano Por Favor. VPM.
·PaBlo "Negro" Fernandez:Manitos de Hacha, Se encuentra en el extranjero engrupiendo ruBiaS.
·Rodrigo "Guigo" Perez: Hermano Gemelo del "Perra", Salta menoS y Toma máS.
·MatiaS "Faca" Acuña: Única caña de eSte VPM duró 2 díaS, no a vuelto a tomar, Bondad con pataS.

ESe JueveS paSo muy rapido, luego NoS volvimoS a reunir, eSta vez con las ChikillaS que terminaBan de completar al curSo para amanecer un vierneS deStrozadoS luego de 2 díaS de carrete non Stop... deStrozadoS...y FeliceS.

Ahora en vez de un relato, quiero preSentarle a mi eScaSo puBlico una cancion, un himno, máS conocido como BlaSFemia BSF - Tomó 1.
PD: "Por que Fongork y SlapFunk se encuentran Vestidos como Alumnos de intercambio from escocia?.... mmmh... OLD ENGLAND TOFFEE!"
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LOS BSF van caminando
van caminando solitos
a su botella le cantan
porque la noche es larguita.
[Coro]
Pero mira como beben
botados en el frío
pero mira como beben
por ver su ron vacio
Beben y beben y vuelven a beber
botados en el frío
cagados por beber.
El piso ya esta flotanto
volando suave y lentito
su roncito es de oro
su peine de anfetamina
[Coro]
Pero mira como beben
botados en el frío
pero mira como beben
por ver su ron vacio
beben y beben y vuelven a beber
botados en el frío
cagados por beber.
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Por La Gloriosa BSF. Caminando Solitos Since 2004.

9 de abril de 2007

El Río del lirio

Amor Es Sacrificarlo Todo Por El Otro, Incluso A Uno Mismo, ¿Por Que Un Sentimiento Así Debería Pertenecernos?.


A Veces No Se Si Quiero Poner Un Tiro Entre Tus Ojos O Que Me Regales Una Bala En La Sien... que dices, tú o yo.



Vamos a ver...como andan las cosas... 4.8 en biologia...esperaba un 3.8...filete... 5.8 en grandes figuras literarias...esperaba un 6.5...pero no me quejo...y un 6.5 en calculo...WHAT THA FUCK!, en verdad crei que tenia un rojo, aueaieuiaeuae :)

PD: ADVERTENCIA... el siguiente texto no tiene mucha coherencia...



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En el valle de una manzana roja como la boca de una colegiala, un valle al que las señales de televisión y radio aún no llegan, de esos lugares donde el silencio de la tranquilidad se entre mezcla con el incesante caer de las aguas en una cascada, o los llamados lujuriosos de los pájaros en primavera.

En un valle así corría un río, Pero este río no era nada especial, sus aguas provenían de los sueños e iba a dar al gran mar de las almas.

Con un río tan corriente como este no se hace una historia verdaderamente, es por esto que lo que a continuación esta escrito cuenta la historia de quienes a sus costados habitaban.

En una de esas curvas que hacen los ríos para atenuar sus cauces vivía un gran Aromo Azulino, el más grande que haya existido jamás, un día despertó y quiso hablar con alguien, le hablo a los aromos que crecían a su lado.

-Hey, hermano!

Pero estos no contestaron. Entonces vio pasar a un zorro y a este también le habló.

-Hola hermano!

Pero este pareció no escucharle… cuando se hubo rendido un castor llego desde el bosque, se acercó al torrente llamado por el frío olor de las aguas.

El castor parecía disfrutar cada bocanada de aire como si fuera el más exquisito manjar, luego de unos minutos entre el viento del atardecer y el disfrute del castor el aromo se animo a hablarle.

-Hola hermano!

Y el castor le entendió, así que le respondió.

-No soy tu hermano.
-Si lo eres, entiendes lo que digo
-Eso no tiene nada que ver con que seamos hermanos
-pues claro que si!, ¿no es acaso porque somos hijos de la misma lengua?
-No lo vi desde ese punto de vista

Y dándole otra probada al aroma del río se tumbo adormilado para ver el cielo. El árbol que se había emocionado de haber encontrado al fin a su tan querido hermano no hallaba las palabras para describir lo que sentía, o por lo menos iniciar una conversación.

Pero la mirada perdida del castor le hacia titubear, así que opto por preguntar sobre él antes de hablar de si mismo.

-¿Qué haces allí tirado hermano?
-¿estoy tirado?, juraría que volaba.
-no, no vuelas, las aves que habitan en lo alto de los pinos vuelan, tú no.

Entonces el castor lo miro inquisitivo y exclamo.

-¿Crees entonces que pueda nadar?

El árbol no supo que responder, jamás había visto a nadie nadar por lo que no sabia a que se refería su hermano, ya que en el río que corría a su lado jamás habían nadado ni los peces ni las ranas.

-No hermano, creo que no puedes.

Y entonces el castor dirigió su mirada triste al río, pensativo.

El aromo estaba a punto de ordenar sus ideas y decidir de que hablar cuando el castor se empezó a alejar del río para adentrarse en el bosque.

-Adiós árbol, hace frío y tengo sueño, mañana nos veremos otra vez.
-Buenas noches hermano.

Al otro día, cerca de las doce el castor se asomó desde la espesura y luego de saludar al árbol con un gesto de la cabeza se puso inhalar el aroma del río.

-Hermano
-¿Qué quieres ahora?
-Quería contarte algo
-Que puede tener de interesante un árbol, que no puede moverse, volar o nadar mejor deja que te cuente de mis vivencias y andanzas.

Y el árbol accedió de buen gusto pues comprendía que lo que su hermano decía era lógico.

-Una vez construí una represa, pero olvide donde estaba, me desoriente en el bosque y encontré este río.
-En verdad que era interesante lo que me tenias que contar hermano… ahora quiero que mires al otro lado de la costa y me digas que ves.

-No tengo tiempo de mirar, debo marchar.

Dicho y hecho el castor se fue, al día siguiente volvió para hablarle de si mismo a su hermano el árbol y este pacientemente lo escucho para luego hacer la misma pregunta de antes:

-Mira por favor al otro lado de la costa y dime que ves.

Pro nuevamente el castor no hizo caso y se fue.

Pasaron los años y el castor repitió sus historias una y otra vez sin animarse a ver al otro lado del río. hasta que una mañana de marzo lo hizo y sentencio:

-Veo lirios, lirios de muchos colores. ¿y?
-Esos lirios, los ha plantado un leñador, los he visto crecer, todos son hermosos pero hay uno por el cual siento un profundo amor.
-¿será acaso ese blanco de allá?, elegante y puro como las nubes.
-Las nubes son crueles, y ese es egoísta, no, ese no es el que yo quiero.
-¿será entonces aquel rojo que se encuentra a su lado?, fuerte y radiante como la más febril de las pasiones.
-Las pasiones nublan la mente y no nos permiten pensar, no, ese no es el que yo quiero.
-No se a cual te refieres entonces hermano.
-Al más pequeño y frágil de todos, ese que se encuentra cerrado y jamás a querido desplegar su belleza.
-¿Cómo puedes saber lo bello que es si no lo has visto nunca?, ¿y si es blanco?, ¿y si es rojo?
- No, en ningún caso puede ser blanco, Si se ha quedado así para no molestar a sus hermanos. En ningún caso es rojo, pues a sabido esperar.
-No te preocupes hermano, yo lo traeré para ti.

Y diciendo esto se lanzó al agua para atravesar el río. Cuando llegó al otro lado del río y hubo alcanzado el lirio cerrado, este le pregunto:

-¿Qué quieres de mi castorcito?
- Que me acompañes hasta el otro lado del río para que mi hermano el aromo pueda amarte.
-¿como es posible que me ame si ni siquiera me conoce?.
- El dice que sabe que eres naranjo.
-Jamás me han visto y no puede nadie estar seguro de algo así
-El aromo dice que no eres blanco ni rojo porque eres demasiado humilde para ser blanca y paciente para ser roja. abre tus pétalos lirio mío, ábrelos y deja que todo el mundo te vea como te ve el árbol que yo también quiero saber lo bella que eres.

El lirio guardó silencio un momento y luego de golpe se abrió. y dejo relucir unos grandes pétalos blancos con puntos rojos que le daban un aspecto de enfermedad y decadencia.

El castor decepcionado volvió para acompañar a su hermano, que lo había visto todo y se puso a llorar.

-No llores hermano mío, que una flor tan egoísta como esa no merece tus lagrimas.
-¿y quien si no? vete, quiero estar solo.

Y así lo hizo el castor, cuando volvió al otro día el Leñador había talado el árbol para construir una pérgola y arrancado el lirio para regalárselo a su mujer.
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Por SlapFunk

3 de abril de 2007

Guillermo Tell

Guillermo Tell, conocido en Alemania como Wilhelm Tell, fue un ballestero del siglo XIV que habría manifestado su descontento con el emperador, siendo sometido al siguiente castigo, debía atravesar una manzana con su virote a 50 pasos, estando esta sobre la cabeza de su hijo: si fallaba seria apresado. Guillermo cargo 2 virotes y el primero dio en el blanco. Cuando le preguntaron para que era el segundo el contesto que en caso de haber herido a su hijo, este segundo atravesaría la garganta del gobernador. Por esto fue apresado y llevado en un navío que encontró la desgracia en mar abierto, Guillermo logro salvar la nave y a los tripulantes, y al llegar a tierra se escapo para esconderse en el bosque, donde le tendió una emboscada al gobernador que murió por su ballesta.

Esta leyenda no ha sido probada como verídica al 100%... y la existencia de ese tal Guillermo a sido puesta en duda… yo personalmente creo en Guillermo, creo en sus municiones, creo en el daño que producen. Más que nada creo en el veneno de Guillermo Tell.
[Que entienda el que entienda y el que no, no se preocupe, porque no es para que lo entienda]
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El emperador a muerto, pero solo me quedaba un virote y la sed de venganza de sus hombres no descansará hasta verme muerto, Corro entre los árboles para perderles el rastro, ase un rato que me mantengo lejos de su vista, pero se que me siguen, no descansan, planean y se desperdigan, toman atajos mientras yo mantengo un rumbo errante, estoy solo y no me queda más remedio que valerme de la complicidad del bosque para salvar el pellejo, llego a un río pero en lugar de cruzarlo corro a su lado río arriba.

El aliento me esta abandonando y las piernas me pesan cada vez más, miro tras de mi, nadie, tropiezo y caigo, unas vueltas en la tierra azotado por las rocas y me detengo al costado de un árbol.

Recupero el aliento mientras miro a mi alrededor, tranquilidad, silencio y agua que corre desenfrenada hacia el mar del oeste.

De pronto reparo en un acompañante que me había pasado desapercibido hasta el momento. Un castor duerme entre el árbol en el que me apoyo y el río que susurra sin cesar.

Recupero el aliento y miro el cielo, azul, limpio, sin nubes que perturben mi mente.

¿Que será de mi nombre en mi patria?, ¿Qué le dirán a mi hijo de mi?, quizás vuelva y el pueblo por fin se halla revelado, quizás por fin mi gente es libre y soy un héroe que se a elegido el exilio. O tal vez el hijo del rey reacciono a tiempo, o hasta sus vasallos podrían haber hecho el peso del tirano, cualquier hombre lo suficientemente ambicioso y cercano al rey podría en estos momentos mantener el puño real en alto sobre las cabezas de mis familiares y amigos.

¿Seguirán buscándome?, ¿Sabrán encontrarme?.

Quizás lo que me hace falta es algo de comer y un sueño reparador.

Y algo de comer es justo lo que hay sobre mi, el árbol tiene unos frutos hermosos pero desconocidos, se me hace agua la boca, ¿serán dulces?, ¿o ácidos tal vez?.

Desprendo uno y le doy un mordisco, fresco, jugoso y dulce, la mejor fruta que halla probado jamás, me apodero de un segundo y luego de otro, como hasta que me e llenado.

Apoyo mi espalda en el árbol y contemplo el otro lado del río, un montón de Lirios resplandecen del otro lado de las aguas, lirios rojos… ¿o azules?, de pronto los veo naranjos, se difuminan y estiran, todo empieza a dar vueltas y siento el cuerpo dormido.

Entonces llegan las hormigas, comienzan a devorar al castor que yace anestesiado al lado de una fruta a medio comer. Aterrado intento levantarme pero es tarde, nada responde y los parpados se me han puesto pesados… tal vez las hormigas sean parte del efecto de la fruta.

Tal vez los lirios también… estoy seguro de que había un lirio naranjo.

Estoy seguro.
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Por SlapFunk

1 de abril de 2007

El Gigante Egoísta [Wilde]

Bueno, este no es mio, no viene del sotano, ni tampoco del cuarto de fongork... este lo encontre en el buzon del correo esta mañana... es de Wilde y se llama, El Gigante Egoísta
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Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el Otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de jugar para escuchar sus trinos.
-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.
Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.
-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.
Los niños escaparon corriendo en desbandada.
-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo el mundo debe entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí.
Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía:
ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA
BAJO LAS PENAS CONSIGUIENTES
Era un Gigante egoísta...
Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás.
-¡Qué dichosos éramos allí! -se decían unos a otros.
Cuando la Primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del Gigante Egoísta permanecía el Invierno todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban, y los árboles se olvidaron de florecer. Sólo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida.
Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha.
-La Primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos aquí todo el resto del año.
La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los árboles. Y en seguida invitaron a su triste amigo el Viento del Norte para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el Viento del Norte. Venía envuelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día, desganchando las plantas y derribando las chimeneas.
-¡Qué lugar más agradable! -dijo-. Tenemos que decirle al Granizo que venga a estar con nosotros también.
Y vino el Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando en los tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las tejas. Después se ponía a dar vueltas alrededor, corriendo lo más rápido que podía. Se vestía de gris y su aliento era como el hielo.
-No entiendo por qué la Primavera se demora tanto en llegar aquí -decía el Gigante Egoísta cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo.
Pero la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El Otoño dio frutos dorados en todos los jardines, pero al jardín del Gigante no le dio ninguno.
-Es un gigante demasiado egoísta -decían los frutales.
De esta manera, el jardín del Gigante quedó para siempre sumido en el Invierno, y el Viento del Norte y el Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente entre los árboles.
Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En realidad, era sólo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. Entonces el Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso penetró por entre las persianas abiertas.
-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera -dijo el Gigante, y saltó de la cama para correr a la ventana.
¿Y qué es lo que vio?
Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del muro habían entrado los niños, y se habían trepado a los árboles. En cada árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos nuevamente con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus ramas sobre sus cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era realmente un espectáculo muy bello. Sólo en un rincón el Invierno reinaba. Era el rincón más apartado del jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba alcanzar a las ramas del árbol, y el niño daba vueltas alrededor del viejo tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía completamente cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre él, sacudiéndole las ramas que parecían a punto de quebrarse.
-¡Sube a mí, niñito! -decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía. Pero el niño era demasiado pequeño.
El Gigante sintió que el corazón se le derretía.
-¡Cuán egoísta he sido! -exclamó-. Ahora sé por qué la Primavera no quería venir hasta aquí. Subiré a ese pobre niñito al árbol y después voy a botar el muro. Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de juegos para los niños.
Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho.
Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa, y entró en el jardín. Pero en cuanto lo vieron los niños se aterrorizaron, salieron a escape y el jardín quedó en Invierno otra vez. Sólo aquel pequeñín del rincón más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no vio venir al Gigante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó gentilmente entre sus manos, y lo subió al árbol. Y el árbol floreció de repente, y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazó el cuello del Gigante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era malo, volvieron corriendo alegremente. Con ellos la Primavera regresó al jardín.
-Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante, y tomando un hacha enorme, echó abajo el muro.
Al mediodía, cuando la gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al Gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que habían visto jamás.
Estuvieron allí jugando todo el día, y al llegar la noche los niños fueron a despedirse del Gigante.
-Pero, ¿dónde está el más pequeñito? -preguntó el Gigante-, ¿ese niño que subí al árbol del rincón?
El Gigante lo quería más que a los otros, porque el pequeño le había dado un beso.
-No lo sabemos -respondieron los niños-, se marchó solito.
-Díganle que vuelva mañana -dijo el Gigante.
Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca lo habían visto antes. Y el Gigante se quedó muy triste.
Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante. Pero al más chiquito, a ese que el Gigante más quería, no lo volvieron a ver nunca más. El Gigante era muy bueno con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de él.
-¡Cómo me gustaría volverlo a ver! -repetía.
Fueron pasando los años, y el Gigante se puso viejo y sus fuerzas se debilitaron. Ya no podía jugar; pero, sentado en un enorme sillón, miraba jugar a los niños y admiraba su jardín.
-Tengo muchas flores hermosas -se decía-, pero los niños son las flores más hermosas de todas.
Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabía que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando.
Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró…
Era realmente maravilloso lo que estaba viendo. En el rincón más lejano del jardín había un árbol cubierto por completo de flores blancas. Todas sus ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo del árbol estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos.
Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo las escaleras y entró en el jardín. Pero cuando llegó junto al niño su rostro enrojeció de ira, y dijo:
-¿Quién se ha atrevido a hacerte daño?
Porque en la palma de las manos del niño había huellas de clavos, y también había huellas de clavos en sus pies.
-¿Pero, quién se atrevió a herirte? -gritó el Gigante-. Dímelo, para tomar la espada y matarlo.
-¡No! -respondió el niño-. Estas son las heridas del Amor.
-¿Quién eres tú, mi pequeño niñito? -preguntó el Gigante, y un extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño.
Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo:
-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín mío, que es el Paraíso.
Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Gigante muerto debajo del árbol. Parecía dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas.

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Por Oscar Wilde

Daño Cerebral

No se por que dicen que las drogas son malas.

...creo que olvide ponerle llave al sotano!


...SHIT!, too late... UNLEASH THA BEAST! [Again]

Otro Golem de P4t0
Saludos...


PD: pense en ti todo el fin de semana... Pero no como antes... YA NO MÁS!

Brindo por los buenos momentos del principio al fin.

SALUD!
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Es como si viajara por el tiempo, aunque realmente no puedo decir tal cosa ya que nunca nadie ha viajado por el tiempo entonces decir que uno esta en un estado como de viajar en el tiempo sería una calumnia. Por eso los invito a imaginarse el lapso que hay entre un tiempo y otro.

Se empieza a disipar la niebla patógena que inundaba mi eclipse, veo que el cielo ha cambiado de color, antes de viajar en el tiempo recuerdo que el cielo era bastante celeste o azul, pero ahora es de un maldito blanco. Nunca me gustó el blanco, ¡ni siquiera es un color!, La falsa pureza, lo monótono que es, te hace creer como si se fuera a casar pero es infiel, se casa con cualquier otro.

Creo que debe ser un sueño todo esto, ¿quién es ese tipo que me mira atónito desde una ventanita? Pareciera como si fuera un experimento, tiene que ver algo con excremento, estoy seguro. Hay un contenedor abajo de mi ¿cama?, Donde gotea una especie de líquido café. Debo tener diarrea o algo por el estilo. ¿Dónde estoy acostado?, me desespero.

Lo primero que veo, al sentarme, es un látigo y unas esposas pegadas a la pared. Me llaman, creo que es imposible desistir el llamado. Imagino cosas, para pensar a quién poner en ese lugar y someterlo, me excita pensar en que algún día un maldito perro lleno de pulgas y garrapatas va a estar ahí amarrado y a mis ordenes. Él me lo dijo, sé que es verdad.

Miro a mi lado izquierdo, ya no hay ventanitas ni mucho menos, lo único que se me ocurre que debe haber ahí es una puerta que me conducirá a los reinados de los minotauros y héroes griegos. No importa, rompo las ataduras que me unen a esta cama asquerosa. Siento un leve pinchazo y mis pies mojados. No me di cuenta, boté mi balde con heces, ahora me siento asqueado de mí mismo. Nada mejor que escapar y conseguir ropas y algunas pulgas nuevas.


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Estos malditos lunáticos, se creen unos malditos divinos. Estoy seguro de que esas visitas de estos curas sanadores, voodoos, brujos, exorcistas, empresarios, ladrones, mentirosos, psicópatas sexuales deben tener algo que ver con esto. Tengo mi maldita arma lista para decir que fue en legítima defensa, caerá en nombre de todos ese imbécil, todos caen, algún día me tocará a mi, otro a ti.
Me arrepiento, voy a dejar que se escape. ¡Click!, ¡BOOOOM!. Ahora que lo pienso es bastante aburrido mirar este techo blanco que miran estos idiotas todo el día... Es comprensible que deseen irse y le den escapes de locura. En todo caso, también entiendo a los que lo hacen, pero con la condición de poder apreciar ese río rojo, que fluye como si fuera un alma comprimida, intentando salir hace años, es bastante hermoso. Cerraré mis ojos para no abrirlos mas.


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Corro por estos pasillos enfermos, con mi látigo y esposas preparado ante cualquier perro con pulgas que se me acerque, las garrapatas no me interesan tanto, me dan asco debieran exterminarlas, pero las pulgas son de mas utilidad. Con ese perro, y sus legiones de pulgas, cumpliré con la promesa a mi padre.
Frenético, siento como esos romanos asquerosos me persiguen, no saben que después de mi martirio seré célebre y recordado. Corro y llego a una parte extraña, puedo ver el exterior pero sé que hay una muralla. Algo no me deja salir, no importa, arremeto contra la maldita barrera psíquica y siento como se desmorona. Mis brazos empiezan a sangrar, algún artilugio enfermizo habrá tenido esa barrera, estos asquerosos fariseos fueron, algún día, cuando sea un rey muerto me levantaré sobre ellos, acabando con sus vidas.

La gente viste de formas extrañas, unos trajes negros, unas cosas blancas abotonadas. No entiendo, pero sé cual es mi objetivo. Después de abrir mis ojos, me siento realmente débil. Ese maleficio me esta casi desangrando, pero no, aquí no termina mi carrera tengo que hacerlo o sino están perdidos.

Entro a esta construcción horrible, de esas que nunca un ídolo debiera tener.
Colores, espirales, gritos, noches de lujuria y pasión. Todo es entrecruza en mi mente sin lograr derrocar mi objetivo de su trono. Miro hacia abajo, con un horrible dolor en todo mi cuerpo. Tengo los brazos extendidos, creo que martillados. Sin embargo me gusta, algunos me han dicho que soy sadomasoquista. Dentro de esta infernal construcción creo que la gente viste mejor, esta a la moda por decirlo de alguna forma. Me penetra ese símbolo fálico, viril, en todo el costado de mi estómago. Duele sí, sin embargo pienso en lo que se viene para mí. Un héroe histórico, creen que me han lavado el cerebro esas ideas mías, paranoicas por cierto, que hacen despedir un olor de pudrición total en mi cerebro, pero las creo q pie firme, cosa bastante irónica, mis pies, en estos momentos, lo menos que están es firmes. Clavados también, me da el sol en la espalda y proyecta una sombra majestuosa hasta el fin de los tiempos y tierras. Muchos imbéciles miran la sombra con asombro y los atrapa, se esposan y se rompen la espalda con mi látigo. Obedeciéndome inconscientemente.

Concreta la tarea, puedo irme de este mundo. Miro a mi esposa, entristece bastante, y me calienta a la vez. Recuerdo esas noches teñidas completamente de rojo, donde engendramos a muchos, pero como ella nunca quiso tener una descendencia por cosas de que era una prostituta y yo un personaje de farándula se vería bastante feo a otros ojos, por eso los desechó. Fetos molidos y utilizados como alimento para los indigentes diciéndoles que son tripas de vacuno.
Cierro los ojos.

Me despierto súbitamente, siento algo como si tuviera unos gusanillos recorriendo mi cuerpo, pero que importa, creo que estaba soñando.

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Por P4t0