5 de diciembre de 2007

Into The Dead Sky (Capitulo 2)

Y el relato continua...[sorry pero no vo a escribir sobre nada más hasta terminar con esto.]
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Despierto con el ruido de golpes sordos… Como llamando a la puerta con ansiosa insistencia.

Abro los ojos y juzgo la hora por la luz que hay en la pieza, las diez y media, mi hermano ya se levantó.

Y los golpes continúan, no puedo dormir, no me puedo relajar, que irritante.

-¡Veguián!, ¡El pájaro loco esta molestando de nuevo!, ¡lánzale algo y baja a desayunar!

Ya me acuerdo, desde que botaron el árbol de atrás que hay un pájaro maniaco que picotea las ventanas, como queriendo derribar la casa o por lo menos parte de esta, como queriendo vengarse… Son tan estúpidos los animales.

Apuesto que el pájaro de mierda es hembra, si fuera macho habría entendido hace rato que le salía más barato buscarse otro árbol que molestar eternamente.

Me levanto y recojo un cojín, antes de llegar a la puerta siento como la vista se me nubla y pierdo noción del espacio o las distancias, abrazo una muralla para no caer y hago caso omiso de todo lo que siento como dirección o sentido por unos instantes… hasta que el sentido se estabiliza, recobro la visión, vuelve el equilibrio.

Llevo 3 años con estos pseudos desmayos y ya me he acostumbrado a evitar el costalazo.

Llego al pasillo y lo veo, aún picoteando la ventana, le lanzo el cojín que rebota sobre la ventana y lo ahuyenta.

Comido el pan y bebida la leche me ducho y visto para salir a ver si El Cabezón aún necesita ayuda con los conejos.

Luego de agarrar a dos de seis nos aburrimos de tanto correr atacar y acorralar sin tener resultados.

-¿Qué vas a hacer con los que agarramos?
-Creo que a mi mamá le ofrecen quinientos por cada uno, pero así, chicos.
-Dale, ¿no se vana quedar con ninguno?
-No se si los vamos a vender todos o solo algunos.

Al salir de la casa veo en el pasto junto a la calle a uno de los conejos, el café con un ojo rodeado de negro, a penas me ve corre y se escabulle por una esquina de la reja para entrar otra vez al patio del Cabezón.

Tres días después llego de la universidad para enterarme de que la familia había crecido.

-Pongámosle nombre.

Dijo mi hermano mientras lo sostenía entre sus brazos.

-Pongámosle Tayson.
-Pero si es un conejo, no un pitbul
-¿y?, a falta de pitbul, vamos a tener el conejo más chorizo de Chile.
-Dale.

Tayson es pequeño, blanco de orejas cafés con el borde de los ojos del mismo color, tiene miedo, tiene miedo de todos y cada uno, respira agitadamente cada vez que nos acercamos y se acurruca como puede contra alguna esquina de la caja desnuda en la que le tenemos. Todos están convencidos de que se comporta así porque no nos conoce, pero yo se que la razón es tan diferente como obvia; para llegar aquí, debió ser objetivo de varias persecuciones, quizás cuantos hermanos vio partir antes de que se lo llevaran a él, y ahora estaba solo y atrapado a merced de gigantes, dentro de una caverna que poco se parece a su hogar, hecha de extrañas rocas, con luz propia, piedras cúbicas que emiten luz y ruido en una de cada 3 habitaciones… Definitivamente debe ser un infierno ser la mascota de alguien… No se como los perros pueden querer a sus dueños.

Son tan estúpidos los animales.

Mi bolsillo vibra, es un mensaje: “¿Te llegó mi mensaje?, ¿Cuándo sales de vacaciones?, ¿Salgamos el viernes? (Cantiarda).”
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Por SlapFunk

4 de diciembre de 2007

Into The Dead Sky [Capitulo 1]

Este es Un relato...que algunos encontraran demaciado largo...es por eso que lo ire subiendo por partes.
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-No es tanto.
-¿Que?, ¿Cómo que “no es tanto”?, ¡Son 15 cuadras!
-Ya… ¿Y?
-¡Que es mucho!
-¡No es nada!, Son a penas 15 cuadritas y te quejas como si fueran 60 kilómetros, típico de las mujeres, ¡Son tan flojas!
-Ay, no tiene nada que ver, ¿Ya?, Es porque los jueves y los viernes vengo de karate. Y si por alguna razón el jueves logro llegar a mi casa a pie, ni loca me pego el mismo pique el viernes, ¡Son 2 días, Veguián!, ¡Tú no llegarías ni con cinturón blanco a tú casa!
-Mira, gnomo, para que tú sepas: cuando yo iba en tercero medio, entrenaba con el equipo de lunes a viernes, jugábamos los sábados en la mañana y luego iba a scout… y hasta salía a carretear después… y de lunes a domingo siempre la vuelta a casa significaban micro y 10 cuadras a pie hasta mi casa.
-Pero no se vale porque eres grande y la gente grande no se cansa… además… no hay 10 cuadras desde el paradero a tu casa.
-Bueno, quizá no, pero van en subida… y eso de ser grande es peor cuando juegas porque te tiran de poste y tienes que agarrar todo, tapar todo, apañar siempre…Y no tienes excusa para fallar porque eres grande.
-Ya, ¿viste?, No tienes excusa.
-oye para…
-¿Qué pasa?
-¿De que estábamos hablando?
-No se.
-…
-Ay, Veguián, me carga esto porque siempre terminamos hablando puras tonteras y nunca puedo terminar de contarte nada.
-¿Y me estabas contando algo?
-Si.
-…
-…
-¿Qué cosa?
-Que se me acabó la plata y una señora me pagó la micro hasta mi casa.
-Pero si vives a 15 cuadras del metro.
-Es mucho.
-No es tanto.
-¡Pero son 15 cuadras!
-Eres tan hembra para tus cosas Ravira.
-Ay, ya cállate… ¿Quieres jugo?
-Depende, ¿Es ese que siempre hace tu nana china que no se sabe ni con que fruta ni como lo hizo ni cual es el secreto que le da ese color a agua estancada?
-Jajaja, si, ese.
-Ya, si igual es rico.
-¡Cierto que si!... Pero no es muy agradable a primera vista.
-No mucho.

Ella se levanta primero, obvio, yo la sigo hasta la cocina recorriendo su silueta con la mirada mientras se pone a contarme otra de sus historias. Nunca hay silencio en esta casa… Y eso que siempre que vengo a verla estamos solos.

-…Y mi amiga me dijo: “tenemos que buscarnos una pareja”, y yo le dije: “¿Pero para que?”, y ella me contestó: “Para tener más plata”, jajaja, ¿No te parece chistoso?
-¿Que?
-Ay, ¿viste que eres macho para tus tonteras?, ¿No puedes caminar y escucharme a la vez?
-Es que estaba mirando tu…
-¿Ah?
-Tus cuadros, estos de aquí… que están tan bonitos, ¿Quién los pintó?
-Mi mamá

Entramos a la cocina y me apoyo en uno de los muebles para mirar a mi alrededor… Veo el horno donde me quemé la mano izquierda… Veo la cocinilla donde me demostró que no sabe hacer huevos revueltos… Veo el estante del que boté y quebré una fuente… y la veo a ella riendo mientras se acerca con 2 vasos de jugo.

Bebo el mío en silencio mirando su carita… Ella intercala sorbos con discurso y le da vueltas y vueltas a una historia sobre otra de sus amigas… que como nunca me dice sus nombres ya se me hace que son como trescientas amigas distintas.

Hubo un tiempo en que me gustó en serio. Pero las cosas no se dieron y terminamos siendo buenos amigos. Aún la encuentro bonita, obvio, pero eso solo hace que nuestras juntas sean más agradables y nada más. Me gusta venir a verla y conversar con ella… Incluso jugar con ella, tenemos tantas cosas en común, la mayoría son defectos pero aún así no deja de ser divertido tener un amigo mujer.

-Ay, Veguián, no se que hacer.
-¿Que te pasó ahora?
-Es que mañana tengo un examen de contabilidad brígido y no he estudiado nada.
-Estudia entonces.
-¿Me puedes ayudar?
-Pero si a mí nunca me han pasado contabilidad, con cálculo te puedo ayudar pero esos ramos de comercial no los conozco.
-Ya, ven el lunes entonces y me ayudas, porque tengo examen de calculo el martes. ¿Puedes?
-Que lata…ya… No se… Voy a ver si puedo… ahora mejor me voy para que estudies… ábreme la puerta por favor.
-Ya… Chao.
-Chao, cuídate.
-Tú igual.

Atravieso el frontis de la casa mientras los perros de la casa corren alrededor mío eufóricos… Son tan estúpidos los animales… luego de salir cierro el portón mientras los veo concentrando sus miradas expectantes como si en cualquier momento yo fuera a tirar un palo y a decir algo como: “¡Ve por él!”

Tomo la micro y me siento al fondo por pura costumbre… miro fuera mientras recuerdos de partidos comienzan a llegar a mi… recuerdo mi primera changa con mis, ahora, grandes amigos… Recuerdo mi primer partido uniformado… Recuerdo como los nervios por haber pinchado una pelota que terminó en auto-punto me condujeron a provocar la derrota de mi equipo… recuerdo cuando “Mi Carnal” me fracturó el pie… Recuerdo cuando me agarré a combos con “Mi Perro”… y así continúa el viaje entre partido y partido termine por recordar mis últimos partidos luego de 3 años de militancia en que disfrutaba bailando cada vez que me daba un lujo… O me daba el lujo de bailar en la cancha cada vez que podía.

Por fin llegué a mi condominio y a pocos metros de mi casa veo cruzar la calle al Gratias.

-Hola Cabezón.
-Hola
-¿Como va?
-Bien, oye, cacha que mis conejos tuvieron conejitos.
-¿La dura?, ¿Cuantos?
-seis.
-Buena onda.
-Después tengo que salir al patio a agarrarlos para ver si los vendemos o algo así, ¿Me ayudas?
-Dale.

Entro a la casa, y corro hasta mi pieza. Me dejo caer sobre la cama y en alguna cosa pienso mientras me quedo dormido… alguna cosa sin importancia… Cualquier cosa… Estoy cansado y no reparo en la ubicación de mi mente hasta que me pierdo por completo… Cualquier cosa… No importa… Cualquier cosa… y me duermo.

Un pito, despierto, es el celular… Un mensaje… “Te hecho de menos, quiero verte =(. Te quiere, Cantiarda”.

Y me vuelvo a dormir.
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Por SlapFunk